Patologías

Un tratamiento precoz en las lesiones tendinosas junto con un adecuado ferulaje a medida, nos puede ayudar a evitar tanto adherencias como alteraciones estructurales en nuestras manos, así como pérdida de movilidad.

En caso de cirugía cuando se produce la sección completa de uno o varios tendones, el tratamiento rehabilitador debe comenzar generalmente como máximo entre 3 y 5 días después de la intervención.

Existen diferentes grados de afectación de los ligamentos, pero para todos ellos se proporciona un tratamiento específico a cada momento para una correcta recuperación.

El no ser tratadas adecuadamente puede conllevar pérdida de movilidad, dolor, aparición de tejido fibrosado así como alteraciones estructurales significativas en los dedos (deformidades).

Aquí encontramos patologías tan típicas como el Pulgar del Esquiador, esguinces de dedos y esguinces de muñeca.

Una quemadura grave en la extremidad superior genera una alteración significativa a nivel de la piel y partes blandas, que van a desembocar en una pérdida de movilidad directa y por tanto una pérdida de funcionalidad significativa.

Un adecuado ferulaje en un momento precoz así como la intervención en base a las técnicas más avanzadas, ayudarán a reducir notablemente las secuelas y mejorar la función de la extremidad superior.

Las patologías reumáticas son muy comunes en la extremidad superior, fundamentalmente en la mano. Conllevan dolor y rigidez provocadas por el desgaste del cartílago en las articulaciones, ya sea por la edad o por un sobreuso de las mismas.

El tratamiento conservador abarca diferentes aspectos que pueden ayudarnos a reducir el progreso del deterioro: ferulaje, programa de economía articular y tratamiento propioceptivo entre otros.

Se trata de un aumento de la resistencia al movimiento de los músculos de nuestra extremidad superior (generalmente del codo a la mano) o lo que es lo mismo, la aparición de la espasticidad, debido a causas neurológicas.

El tratamiento con “toxina butolínica” nos ayuda a reducir significativamente esa resistencia al movimiento, y seguido de un proceso rehabilitador específico, los resultados son muy satisfactorios.

Las fracturas de la extremidad superior, tanto si son intervenidas quirúgicamente, como si son reducidas de forma conservadora, deben seguir unos tiempos de recuperación y por tanto es muy importante conocer qué podemos ir haciendo en cada momento.

La rehabilitación es una parte fundamental del proceso que nos ayudará a recuperar la movilidad, la fuerza y la precisión.

Las amputaciones, ya sean a nivel de los dedos, mano, muñeca, antebrazo, codo o brazo, necesitan de una intervención específica para el correcto mantenimiento del muñón. Además es importante tratar patologías como el “miembro fantasma” y entrenar a la persona en la utilización de prótesis si fuese necesario.

Ambas patologías cursan con la inflamación de los tejidos y como consecuencia de ello, dolor agudo al movilizar.

El tratamiento comienza de forma conservadora, con el fortalecimiento de la musculatura y flexibilización de la misma.

También existen otras alternativas médicas como la infiltración de corticoides o de Plasma Rico en Plaquetas, para los casos más severos que no mejoren con rehabilitación.

Como último recurso estaría la alternativa quirúrgica.

Seguimiento cirujano plástico especialista en mano.

Tratamiento inmediato en pacientes que han sido intervenidos quirúrgicamente para comenzar con el proceso de recuperación de una forma precoz, obteniendo así resultados mucho más satisfactorios a nivel funcional.

Procesos adaptados individualmente a las necesidades observadas en cada paciente y los tiempos de recuperación de cada patología.

En el miembro superior son muy frecuentes patologías como el Síndrome del Túnel Carpiano, Síndrome del canal de Guyón o compresiones del plexo braquial entre otras.

Ofrecemos diferentes alternativas de tratamiento en función de la situación de cada caso:

Inflamación de los tendones o de la vaina que los recubre, que genera dolor en determinadas posiciones o movimientos.

Las más comunes son la epicondilitis (codo del tenista), epitrocleitis (codo del golfista) o la tenosinovitis De Quervain (afectación de los tendones localizados en la zona radial de nuestra mano, próximos al pulgar), entre otras.

Ofrecemos varias alternativas de tratamiento:

Se trata de un engrosamiento anormal de los tejidos que van por debajo de la piel en la palma de mano, generando una especie de cordones y nódulos cuya tendencia es al cierre de los dedos.

El tratamiento, según los grados de flexión mantenida que presente el dedo afectado y la valoración médica correspondiente, podrá ser conservador o quirúrgico.

Son muy frecuentes las lesiones traumáticas graves en la mano debido a un accidente laboral o de tráfico fundamentalmente, en las que los daños abarcan desde afectación ósea, muscular y tendinosa, hasta amputaciones en los dedos y alteraciones vasculares.

En primer lugar es de vital importancia que la intervención quirúrgica la realice un especialista en cirugía de la mano.

Tras ello, el tratamiento rehabilitador debe comenzar de forma inmediata para evitar secuelas derivadas de una exceso de inmovilización como puede ser la rigidez o las alteraciones estructurales.

Se trata de la lesión de los músculos y tendones que rodean el hombro. Suele cursar con un dolor muy agudo y con incapacidad para ejecutar los movimientos propios del hombro.

En la mayoría de las ocasiones el paciente mejora con tratamiento conservador (rehabilitación), pero en ocasiones, cuando se produce un desgarro severo, es necesario intervenir quirúrgicamente.

Se produce debido a una inflamación capsular. Como consecuencia encontramos una pérdida de movilidad severa, dolor agudo e incapacidad funcional.

Una adecuada valoración de la situación del paciente, junto con un tratamiento médico-rehabilitador es la forma adecuada de proceder ante esta patología.